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El baúl de Mawey

HAY ALGO EN TI

 
Hay algo en ti que calla los relojes
y a mí me roba el aire con tu ausencia,
cuando a veces retratas con  tus brazos
el tiempo que nos falta,
trazando garabatos en un cielo
que sólo algunos ángeles comprenden.
Y entonces,
¡pareces tan lejana, tan distante!
 
Yo sé que algunas veces  -no sé cómo-
recoges en tus pétalos cerrados
aquello que no entiendo,
que yo siento.
Detienes mis tormentas
-hay algo en tí que nubla mi palabra-,
renuncias al silencio y con tus alas,
me acaricias el rostro y me regalas
un beso inesperado,
para después
marchar como una flor callada y diferente.
 
(Y luego volarás como si nada,
y yo te esperaré, como si siempre
el tiempo de tus besos fuera todo).
 
Miguel Ángel W. Mawey Febrero 2007

TE QUIEREN

TE QUIEREN

(Para una abuela muy especial)

Te quieren,
porque eres el árbol de sus vidas,
y tus brazos son las ramas que cobijan
sus sueños, haciéndolos posibles.
Te quieren
porque no has permitido que el otoño
jubile el calendario y que se olviden
de reunir bajo una fecha
el amor, un verso, o tal vez un abrazo.
Te quieren
porque siembras la paz en la memoria
y permites por igual la luz junto a tu sombra,
dejándoles crecer a su albedrío
en una eterna primavera.
Te quieren
porque tienes pájaros y lluvia,
porque bailas con el viento,
y transformas en cántaro de miel
la savia de tus besos.

Miguel Ángel W. Mawey Abril 2007

CUANDO DUERMEN LAS CAMPANAS

(Para Maribel)

Ahora que ya duermen las campanas
y solo quedan en la calle
retazos de colores en el suelo,
y el eco de los brindis
mantiene a duras penas su equilibrio
sobre el filo de un vidrio que refleja
el brillo de unos labios.
 
Ahora que presiento la mañana
y tiembla en mi mano la llave
del cofre donde habita mi silencio,
y sólo un arco iris
abraza debilmente mi memoria sin sentido
cuando un rayo de luz al alma presta
calor con tu regalo;
 
Ahora amiga mía, cuando al alba
las hojas de tus árboles
recubren de alegría todo el cielo,
es cuando te recuerdo.
Muy cerca de la orilla de los sueños
dibujo unas estrellas con mis dedos;
Le pido al universo
que cuide tu sonrisa y tu velero,
y para el corazón un rumbo eterno.
 
Mawey 1 de Enero del 2007

LUCHAR CONTRA EL SILENCIO


 
En esta batalla en que me encuentro,
Tengo por espada mi palabra,
Una montura plateada,
Y por escudo…
por escudo, sólo tengo el alma.
A mi espalda está mi hacienda,
inocente y risueña,
donde siempre soy un niño;
Tres pequeñas torres
– entre dunas, son tres flores-
Crecidas por los pájaros del sueño,
Amuralladas por un rosal
Que da flores en los patios,
Y espinas hacia fuera.
 
Emboscados entre dunas cotidianas
Me asedia un ejército de ancianos
En sus jaimas grises, deshonestas,
esperando que yo termine derrotado.
son viejos guerreros de turbantes azules,
ojos lejanos y bocas quebradas
por la astucia y el tiempo.
Acostumbrados a vencer al Sol del horizonte,
Mi castillo es para ellos sólo arena
Que sus  jinetes pueden pisotear sin darse cuenta
De mi dolor o mi existencia.
He reunido un ejército
Con tres besos y una estrella,
Y allí donde la Media Luna les espero;
Venid viejos guerreros,
que estoy acostumbrado
A luchar contra el silencio,
y no hay desierto que no conozca
el arrojo de mi amor y de miedo.
 
Mawey 21-Octubre-06

UN LIENZO DE MAR

 
Tienes un mar oculto entre las manos
que muere cada noche en una misma orilla,
allí donde se ocultan las niñas de tus ojos
en un cesto cautivas,
sobre un mantel de rosas
en una habitación vacía.
A cada nuevo golpe de marea
recogen una lágrima perdida,
un beso naufragado con tu nombre
y una sombra de luna en tu sonrisa.
 
Qué feroz es el tiempo que devora
el presente y separa nuestras vidas
en pasado y futuro con fuertes oleajes;
En dos tierras remotas, tan distintas
que para amanecer es necesario
tejer con nuestras manos cada día
un lienzo donde amar
no sea una mentira.
 
Miguel Ángel W. Mawey Marzo 2007

ME SILENCIÉ

me silencié;
como un fugaz relámpago que el tiempo atravesara,
voló de tu mirada a mi garganta
aquel horrible sable,
dejándome sin aire.
 
No pregunté;
retrocedió el alma hacia un reloj parado,
y entonces comprendí que en un pasado
usé sin darme cuenta una palabra
que hizo del amor una distancia;
fui yo quien empuñó las armas
y te dejé sin alas.
 
Miguel Ángel W. Mawey Enero 2007

Donde has ido, palabra

 
Dónde has ido, palabra, dónde has ido,
dime por qué no siento nada
y el alma es un jardín de sueños extraviados,
como una primavera abandonada.
 
Dime palabra a dónde has ido,
que ya no encuentro el nombre
para una flor sencilla
y  mis manos de mar han naufragado.
 
Dime al menos qué puerta cerrar
para olvidarte y ser de carne inerte,
convierte mi memoria en una roca
y déjame vivir sin recordar
que confié de niño en ti
y soñé con Un mundo diferente.
 
Miguel Ángel W. Mawey 24 Feb 2007

HOY

HOY

hoy podria dejar el mar de lado
porque todo está en mi contra:
El viento sopla violento,
y las olas han crecido hasta empujar
el alma adentro.
Hoy podria evitar que la tormenta
pudiera arrojarme por la borda,
que mi casa se viniera a pique
ó que la lluvia cegara mi rostro avejentado.
Es uno de esos días en que
todo parece estar en contra:
la esperanza, la tierra y el cielo.
Pero sé de algunas manos que naufragan
allí, en el horizonte
de la nada más enorme,
y yo sé que me esperan.
Hoy, cuando yo podría refugiarme
bajo el techo de una vida acomodada,
navego entre la niebla
para unirme junto a ellas.
Porque todo parece estar a mi favor:
un barco y una casa sin nombre,
el amor al timón,
y en la orilla
como un testigo mudo, mi inocencia.
 
Miguel Ángel W. Mawey 5-Enero-06

QUIEN HA CRECIDO

¿Quién ha crecido
por encima del límite del árbol seco,
más allá del dolor y de la espina,
hasta sembrar los surcos de su mano
con una soledad terrible y sin sentido?
 
¿Quién ha dejado
los giros caprichosos de la infancia
y aquella habitación,vacia de sonrisas,
para seguir un trazo gris y sin futuro,
en una obligación constante, humillante?
 
¿Quién ha olvidado
el agua, la semilla y su futuro,
el candor de una estrella,
la luna del lobo, su triste aullido?
 
¿Quién regresa
con la palabra herida
al viejo campo yerto, fugitivo,
para robar un poco de esperanza
al fruto del olvido?
 
Somos nosotros...
que hemos crecido.

Miguel Ángel W. Mawey Abril 2007

LA FIERA SOLEDAD

No había nada, es cierto. Sólo un mar de miedo,
distancias infinitas y bellas palabras
imprecisas, sin cuerpo, sin alma.
No había nada, es cierto.
¿Quiénes, cómo  y cuándo entonces,
triangularon aquel hilo de seda?
¿qué ingenuidad pudo hacer la amalgama
sólo con tres gotas
de timidez, estrella y agua?
 
Apenas sedal, apenas nada.
Apenas un hilo de voz, capaz de curvar el universo
Para recoger y asir tres pétalos a la deriva.
 
Y la flor por fin regresa, con un rayo de luz en su mirada.
Sale el sol -sólo en tus ojos-, un instante apenas
Para calmar la insaciable necesidad de una respuesta.
Cruza el mar una paloma blanca,
se calma el corazón,
la soledad ya no es  tan fiera.
 
Mawey 20 Enero 2007

Eres tan diferente

(Para Rosa)

- ¿Cómo soy? –me preguntas.
Qué pregunta tan dificil
para responder en una vida.
Eres tan diferente…
Imagínate un mar en un extremo,
Y al otro los pies del sol danzando.
Imagínate  miles de estrellas nadando
y un cielo que espera despertar
con las huellas de tus manos.
Imaginate una duna sin desierto
y dos islas en tu cara descubierta,
amigas del valor y la prudencia.
Imagina un horizonte tan cercano
que sólo haya presente,
una luna creciente y un mar rizado.
Y en medio, navegando,
tus labios, sin rumbo,
preguntando.
 
Miguel Ángel W. Mawey octubre 2005.

el amor entre las manos

Hubo un tiempo
en que nada cabía en nuestras manos
sino el amor, la ilusión, la pasión.
Pasaron días, meses, años,
y rebosaron nuestras palmas
de futuros, de presentes, y pasados,
de tareas cotidianas, de trabajos,
de vanidades, celos y cansancios.
 
Y sin querer, nuestros dedos,
antaño entrelazados,
se han ido separando.
¿Así es como el amor desaparece?
dos manos alejándose, mientras la soledad
va ocupando el lugar
que ya no puede ocupar lo cotidiano.
 
Y es que a veces,
una primera mano se separa
dejando a la otra abierta, como inerte,
esperando sentir de nuevo el tacto
del amor en la yema de los dedos.
 
Miguel Ángel W. Mawey 23-09-06

MINARETE

En esta batalla en que me encuentro
empuño sin temor a mi palabra,
cabalgo una montura de frente plateada,
y por escudo…
por escudo, sólo tengo el alma.
A mi espalda protejo mi hacienda,
inocente y risueña,
donde siempre he sido un niño;
Tres pequeñas torres
alzadas por los pájaros del sueño,
y un rosal que rodea la muralla.
 
Emboscados en sus grises jaimas,
me asedia un ejército de ancianos
detrás de las dunas perennes, cotidianas;
Tienen el rostro egoista y cansado,
los ojos lejanos, las bocas quebradas
por la astucia y el tiempo.
Acostumbrados a vencer al Sol del horizonte,
Esperan que yo termine derrotado;
mi castillo es, para ellos, sólo arena
donde sus jinetes inmutables pueden mancillar
mi dolor o mi existencia.
 
He reunido un ejército
de tres besos y una estrella,
Y allí, donde la Media Luna, les espero;
Venid viejos guerreros;
Estoy acostumbrado a luchar contra el silencio,
y no hay desierto que no conozca
el arrojo de mi amor y de miedo.
 
Miguel Ángel W. Mawey 24-10-06

GÉNESIS

GÉNESIS I
 
En el origen,
los sentimientos eran
un mar de confusiones y silencios,
un caos en el abismo de los sueños,
donde el miedo cubría, como a un huérfano,
el corazón de niebla.
Entonces la palabra se hizo agua
y un torrente de luz la definió,
llamando claridad a la presencia
y olvido a la distancia,
y nos nombró.
 
Ya cerca del crepúsculo
las sombras de las alas de tus manos
volaron al confín de los recuerdos,
y tras su velo gris, un firmamento
surgió de pronto sobre el alma,
y la dividió:
A la carne llamó temblor
y al amor lo llamó pasión.
 
Al filo de la aurora
Sembraron de semillas nuestra carne
cubriendo nuestra piel de árboles frutales,
los ojos de luceros y de lunas,
y el cuerpo de deseos.
 
El amor floreció,
a la imagen del mundo y semejanza
de una palabra tuya -y de tus labios-.

Miguel Ángel W. Mawey 14 de Abril 2006

PARA SILVIA

(Acróstico)

Pudiera ser que el día enrojeciera
Al verse enamorado de la noche,
Recuerde aquel amor, y así de golpe
A ti te llame primavera...
Si tal vez camuflada en las aceras
Inicies en los ojos, y en tu nombre
La sombra te conozca y se enamore,
Verás la luz en las mareas...
Imagen del amor, el horizonte,
Aquella vez que tú fuiste su estrella.
 
M.A.W. Mawey 13-03-06

RECETA

(Una RECETA dedicada al rey de la farsa)

Ignorante y -sin pelo- despeinado,
tú, marica finolis del armario,
comediante gracioso por salario,
el cabrón egoista y deslenguado.
 
Gordinflón con el pito desinflado,
manos libres -ladrón- casi a diario,
bebedor alquimista y dromedario,
maloliente susurro intencionado.
 
Bucanero de orgánica receta,
mensajero cobarde del mal fario,
misógino y de insultos, el esteta:
 
Procura miccionar en la maceta,
y formula un deseo al presidiario:
que por culo te ponga esta receta.
 
Miguel Ángel W. Mawey 5-4-06

TRAPICHERO

Consumido el carbón, la confianza
del lápiz falleció, pues un ladrón
de versos los vendió por un doblón,
pagando de esta forma la fianza.
 
Ha manchado de envidia la esperanza
y ha pintado de ira la pasión,
ha cubierto de cobre el corazón
forjado con la inútil alabanza.
 
Mercader de guisados sin sabores,
gacetero del miedo y la desgracia,
trapichero de estafas y de amores,
 
te pago este billete sin colores
sin poesía, y por musa la falacia,
si callas... y te llevas tus rumores.
  
Miguel Ángel W. Mawey 26-2-06

BEBERTE

 BEBERTE

Para beberte,
he tenido que inventarme un nuevo oficio:
Alfarero del tiempo;
Con la arena de los días
que quedan en el lecho,
he moldeado una tinaja
y al anochecer despierto
para beberte sin pausa,
y descender lentamente
la escalera de los sueños
hasta alcanzar tu orilla
donde el río es un recuerdo
y el silencio, mi barca.
 
Para encontrarte,
he tenido que inventarme un nuevo oficio:
Pescador de reflejos.
He seguido la estrella fiel de tu horizonte
navegando por todos los espejos,
y aunque mis manos son torpes,
alcanzo al fin el suave tacto de la sombra
en la penumbra de tus labios,
cuando el alba me sorprende
mirándote, mirándonos.
 
Miguel Ángel W. Mawey 18-02-06®

PARA DESTACAR

PARA DESTACAR


Para destacar,
puedes hacer dos cosas:
Segar todas las flores
como un tenaz invierno
y ser tú la primera;
ó puedes en silencio
cuidar de su belleza;
Quizá nunca destaques,
pero siempre serás
su primavera.
 
Miguel Ángel W. Mawey 19-2-06®

SIN SABER POR QUÉ

Sin saber por qué

 Recuerdo aquel verano
que aprendí a volar de nuevo:
Las manos laceradas,
el clic-clac del bastón de acero,
el contínuo batir las alas rotas,
y siempre en ti, mi nido.
 
Jugábamos sin cesar
con el poder de las palabras;
Hablábamos de nosotros,
de nuestras esperanzas,
lo que fue y no debió ser,
lo que nunca sucedió
y deseábamos que sucediera.
Y mientras tanto
ibas a mi lado y me guiabas
-siempre atenta a mis pasos-,
con tus manos, con tus ojos, con tus labios.
 
Anhelabas amar;
Yo anhelaba tu amor,
y juntos penetramos en secreto
en el bosque indescifrable
de las caricias ocultas, temblorosas.
Te adoraba en el estío, lentamente,
hasta agotar el tiempo sonrojado;
Entonces nuestras sombras tropezaban
y nos amábamos torpemente,
con las manos, con los ojos, con los labios.
 
El amor se despedía
en el mismo tren todos los días,
cotidiano verdugo
de nuestra historia;
Mi sombra se alargaba en el andén
hasta morir en los labios del túnel.
Regresaba,
y entonces mi reloj se aceleraba,
porque tu ausencia en mi memoria
me dibujaba el contorno
de tus manos, de tus ojos, de tus labios.
 
En aquel parar las horas y los días,
nos perdimos juntos muchas noches
hacia un futuro incierto.
Han sido aquellas estaciones
los testigos callados, los cómplices amigos
de nuestras decisiones.
 
Por eso,
cuando al paso cautivo de los años,
te sorprendo perdida ante el espejo
sin saber por qué te quiero,
me acerco y te recuerdo -muy despacio-,
que tu has sido, y aún eres mi verano:
     con mis manos,
          con mis ojos,
             con mis labios.

Miguel Àngel W. Mawey 12-2-06 ®